Desde pequeño,siempre había creido en un Dios Padre,creador del Universo y del ser humano.Todas las noches rezaba el Padrenuestro.De los 10 años a los 14,con el fallecimiento de mi madre y antes de mi abuelo,mi corazón sufrio y se fue endureciendo. Así fui creciendo ,terminé Derecho y Ciencias Empresariales y tuve un desarrollo profesional rápido. Seguia creyendo pero nada más.
A los 49 años, un conocido de profesión, me regaló una biblia. Increíble en mi ámbito de trabajo! Poco a poco todo mi orden de prioridades se fue transformando.Empecé a conocer la Palabra y mi profesión empezó a no ser un fin en sí mismo,sino el medio de ganarnos la vida para mí,mi esposa Concha,y mis hijos Mónica y David los amores de mi vida.
Con los años me he ido dando cuenta que la Providencia del Señor y el amor de Dios había estado SIEMPRE en mi vida. Y en la de mi esposa.Conocimos una pequeña comunidad evangélica en Aranjuez y ahí empezamos un camino nuevo.
Buscamos una iglesia evangélica en Madrid y continuamos buscando lo que Dios , en su misericordia, nos iba enseñando. Bendecimos al Señor por lo que nos mostró en estos años en esta iglesia, al pastor y a todas las personas que conocimos.
En su momento situaciones externas a nosotros nos impulsaron a seguir buscando y un día entramos en El Shaddai. Pero yo dejé de congregarme porque seguía siendo un individualista. Mi esposa continuó asistiendo, pero yo no tenía la humildad necesaria, ni el amor por el Señor, que siempre me cuidó.
Otro acto de amor del Señor, me llevó a contactar con Jose Manuel hace año y medio,del que no había olvidado desde que le conocí en El Shaddai y, esta vez SI!! Me estuvo dando un curso de discipulado, que tanto necesitaba y el propósito del Señor en mi vida empecé a sentirlo y mi idea de la iglesia cambió totalmente.
Gracias Señor por haber llegado al Shaddai en este caminar y haber conocido a Jose Manuel y posteriormente a un grupo de hogar, en el que personas excepcionales y fieles a la palabra de Dios me han bendecido. También he podido ir conociendo a los demás ancianos y al resto de la iglesia que son también de bendición.
¡Que personas tan preciosas en el culto de oración de los jueves, en la alabanza y adoración de cada domingo y en el servicio que muchos hermanos desempeñan en el Cuerpo de Cristo!! GRACIAS a TODOS.
Quisiera terminar destacando el retiro en la Posada y la convivencia entre todos, porque fue una enorme BENDICIÓN. Gracias Padre por TODO, en el nombre de tu Hijo Jesucristo y por la guía a empujones de tu EspÍritu Santo.
