La importancia de la amistad

La importancia de la amistad

Todo el mundo, de manera innata, sabe la importancia de la amistad. Los amigos son esa familia que elegimos y que da tanto color y apoyo a nuestra vida. La Biblia también da importancia al amor que tenemos con nuestros amigos, en el versículo Juan 15:13: Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 

Por eso, hemos decidio entrevistar a una de esas amistades de toda la vida que encontramos en la iglesia. Amistades que no solo son importantes por el tiempo y las experiencias, sino porque Dios está en medio bendiciendo de una manera especial.

Es el caso de Ana Pelegrín y Raquel Bravo, las cuales nos cuentan un poco de su amistad y del valor que ha tenido y sigue teniendo para sus vidas.

P: Hola chicas, contadnos por favor, ¿desde cuándo os conocéis?

Raquel: Nos conocemos de siempre. Nacimos en familias creyentes, perteneciendo a la misma iglesia desde que nacimos. Ffuimos a la Escuela Dominical juntas, grupo de jóvenes y nos bautizamos el mismo día. Nuestra amistad ha ido aumentando con los años y afianzándose 

La amistad es, sin duda, una de las mayores bendiciones de la vida

Ana: Raquel y yo nos conocemos desde que nacimos, ya nuestras familias creyentes las dos se conocían y eran amigos, con estos precedentes cuando llego la hora de la escuela dominical fuimos juntas, después llego el grupo de adolescentes, que fueron unos años inolvidables gracias a Eunice Fernandez y a Carlos Rosell que supieron mantenernos juntos a todo el grupo. Compartíamos muchas cosas y momentos dando lugar a que naciese una buena amistad entre todos. Pasamos a formar parte del grupo de jóvenes y fueron pasando años sin perder ninguno la amistad y consolidándola, especialmente entre nosotras. ¡Así como el que no quiere la cosa fueron pasando los años y llego el noviazgo, matrimonio, los hijos y, ¡Madre mía los nietos! Toda nuestra amistad ha sido una verdadera bendición del Señor.

 

P: ¿Cuán importante es para vosotras tener una amiga y además hermana en la fe?

Ana: Tener una amiga siempre es muy importante en la vida, si además compartes fe en Dios, normas de vida, actividades dentro y fuera de la iglesia, el valor de la amistad se multiplica.

Raquel: En mi caso al no tener hermanas, la amistad la valoro mucho, saber que tienes alguien que te pueda entender y confiar la una en la otra.

Los amigos son la familia que elegimos, nos apoyan, nos conocen y nos quieren por lo que somos, pase lo que pase.

 

P: A veces la sociedad intenta poner las mujeres en competición o una en contra de la otra. ¿Que opináis?

Raquel: Sí, claro que la sociedad, el trabajo, nos lleva a querer estar por encima del prójimo (sea hombre o mujer) tener competitividad, pero Jesús nos enseña: Amarás a tu prójimo como a ti mismo

Pero en nuestro caso no, al contrario, no comparo su vida con la mía, he aprendido de Ana, ella es en muchos casos un ejemplo para mí.

Ana: Efectivamente vivimos en una sociedad que la competitividad es muy importante. Yo no sé si es bueno o malo, pero la verdad es que yo no soy nada competitiva. Por supuesto que intento llegar a metas, pero jamás me obsesiono o me desilusiona no llegar, esto lo he vivido de cerca en el ámbito laboral y daba lugar a verdaderos dramas que me hizo en muchas ocasiones no dar importancia, al ver que unas y otras tanto hombres como mujeres terminaban con una frustración impresionante.

Con respecto a Raquel, la rivalidad o competitividad nunca ha existido. Somos muy amigas pero cada una es distinta y siempre ha habido motivos para aprender de Raquel muchas cosas que yo no he visto igual, en esto creo que esta la verdadera clave. Siempre teniendo en cuenta que somos creyentes ambas y teniendo a Jesús como el más alto ejemplo.

 

P: ¿Vuestra amistad os ha ayudado en vuestra relación con Dios?

Raquel:  Sí, claro que ha influido, a ser constantes en el Señor, ser útiles para El, colaborando en la Iglesia, a  crecer cada día en el Señor, reuniones de grupo, cultos, etc. Nuestra amistad ha hecho que nos animáramos a continuar cerca del Señor, a seguir sus pasos. A veces la amistad puede volverse difícil, complicada, ya que se necesita esfuerzo para mantenerla, gracias al Señor porque nos ha mantenido juntas.  

 El aceite y el perfume alegran el corazón; y la dulzura de un amigo más que el consejo del alma (Pr 27:9).

Ana: Sí, si que me ha ayudado tenerla como amiga. Hubo momentos de bajón y en nunca, en estos 50 años aproximadamente conscientes de amistad, nos hemos sermoneado con respecto a nuestra fe, si que con la actitud en determinadas ocasiones ha tirado de mi para salir del bajón y creo que posiblemente yo de ella.

La amistad no nos la encontramos y la podemos comprar en el super, así que, hay que cuidarla, mimarla y sobre todo practicarla y demostrarla 

Doy gracias al Señor por seguir juntas y porque nos ha permitido y permite vivir momentos en unas ocasiones muy tristes y en otras estupendos y extraordinarios, ya que todo esto junto nos ha enseñado el gran valor de la amistad.